La democracia sufre una agresión de los mercados que la invalida y la convierte en un instrumento al servicio de sus intereses más nocivos. La democracia del marketing ha sustituido a la democracia representativa. La especulación y la acumulación limitan el desarrollo sostenible, y la juventud más formada y preparada de la historia vive peor que la generación que la ha precedido, sin perspectivas laborales y con la precariedad como horizonte.
En este sentido de honda preocupación social, la indignación debe convertirse en rebeldía organizada y en una Alternativa que abra espacio a la esperanza. Se trata de buscar una salida de izquierda a la crisis y para ello es necesario politizar la crisis. En definitiva, se trata de recuperar el nexo que nunca debió de romperse entre economía, sociedad y política.
Desde el convencimiento de vivir inmersos en una sociedad en regresión, queremos plantar cara al neoliberalismo en todos los frentes y concretar una respuesta programática, social e institucional para los millones de hombres y mujeres que padecen sus consecuencias, una respuesta alternativa que demuestre que es posible avanzar en conquistas sociales, que es posible reconstruir el anhelo de una Europa social, democrática y equitativa.
El hecho de proyectar un cambio a esta situación requiere, forzosamente, del concurso y del protagonismo activo de las personas trabajadoras, así como de todas las organizaciones sociales interesadas en disputar la hegemonía al bipartidismo. Por ello, plantear una Convocatoria Social como instrumento de participación y elaboración colectiva se convierte en una opción estratégica que huye de lo coyuntural y exige, por tanto, que su organización sea el eje de nuestra acción política, social, institucional y cultural.
Para ello esta Convocatoria se constituye como instrumento para avanzar en la configuración de un Bloque Social y Alternativo, que aborde la elaboración de un Nuevo Programa Político para la izquierda en España. La elaboración de este Nuevo Programa Político, pretende ser un lugar de encuentro de quienes se impliquen y tendrá su primera concreción de cara a las próximas elecciones generales. No obstante, a su vez pretendemos que sea un Programa que trascienda el hecho electoral, fruto de un proceso que recoja desde abajo todas las energías sociales alternativas; porque solo pueden ser firmes y duraderas las alianzas sociales cuando se tejen y entretejen junto con los ciudadanos. Nuestro nutriente serán los foros que logremos impulsar y todos los colectivos y organizaciones que confluyan en este proceso, junto con la implicación máxima de las asambleas locales de IU.
Tenemos por delante lo que será, sin duda, el mayor esfuerzo de toda la historia de Izquierda Unida por abordar un programa participativo. Debe ser un programa que nazca de la participación con el pueblo, porque la democracia debe estar al servicio del pueblo y esa debe ser una conquista de los ciudadanos. Se acabó el tiempo de las renuncias y empieza el de las conquistas. Es la hora de construir el operativo necesario que nos permita afrontar el rescate de la democracia secuestrada en que nos encontramos, el rescate de una democracia que lleva años postrada ante el poder de los mercados financieros y el rescate, en definitiva, de una democracia gestionada por gobiernos títeres que son incapaces de pasar la factura de la crisis a sus responsables. Esto es algo que ya se está diciendo también en las calles y plazas…
De inicio planteamos unas cuantas ideas básicas sin más intención que ordenar el debate, algunos de estos ejes a desarrollar serían: ¿Cómo crear empleo?, ¿Qué medidas habría que adoptar para conseguir una democracia real?, ¿Cómo resolver el déficit público?, ¿Cómo impulsar la economía real?, ¿Cómo defender el sistema público de pensiones?, ¿Qué política exterior, de cooperación y de seguridad debería tener el estado?, ¿Qué proceso deberíamos impulsar para conseguir la instauración de la República como modelo de estado?. El objetivo es claro, hacer viable la consolidación de un modelo social y productivo avanzado que permita una sociedad más justa y solidaria.