Izquierda Unida, a través de su Área de Juventud coordinada por Esther López Barceló, denuncia “la vergonzosa propuesta del Gobierno de aumentar la edad legal de jubilación a los 67 años. Esta propuesta, encajada en otras recientes iniciativas lanzadas por el Ejecutivo socialista, constituye un inaceptable retroceso de los derechos laborales.
“Dentro de nuestro ámbito de actuación de cara a los/as jóvenes –añade López Barceló- advertimos de que nos oponemos a ella con absoluta rotundidad por las claras dificultades que añade a un ya de por sí difícil acceso de la juventud al empleo. En un momento de crisis galopante, con una tasa de desempleo que ronda el 40% para los menores de 25 años, alargar la vida laboral de los trabajadores supone un perjuicio para la inserción laboral para el conjunto de desempleados, incluidos también especialmente los que buscan su primer trabajo o quienes sufren la dura precariedad laboral”.
Para la dirigente juvenil de IU, “a estos problemas latentes de precariedad y desempleo, a los que se suma la nula calidad de los trabajos a los que pueden tener acceso la inmensa mayoría de jóvenes, vamos a tener que añadir ahora a menos que logremos pararlo con nuestra protesta y nuestra movilización la dificultad que nos quieren añadir a los jóvenes para que tengamos la posibilidad de percibir una jubilación digna. Al aumento de años de trabajo se sumará con toda probabilidad un aumento del periodo de cotización a computar, lo que significa la sustancial rebaja de las pensiones futuras”.
“Desde el Área de Juventud apoyaremos las movilizaciones y protestas que vayan encaminadas a seguir denunciando estas políticas regresivas, más propias de los postulados neoliberales de la derecha que de un Gobierno que se sigue diciendo de izquierdas”, indica.
López Barceló advierte de que “la intención del Gobierno es seguir culpabilizando a los trabajadores de la crisis, reduciendo sus derechos para situarles en una situación de mayor indefensión en el mercado de trabajo, y todo ello mientras asegura la percepción de beneficios de la Banca y de las grandes empresas”.
“Para Izquierda Unida –señala- hay margen de maniobra sin que haya que llegar a este cambio radical de recorte de derechos. Entre nuestras propuestas están un cambio de la política fiscal para hacerla más progresiva, una lucha eficaz contra el fraude tanto fiscal como laboral, la conversión de contratos en prácticas en contratos con cotización o la persecución de la explotación laboral de los inmigrantes sin contrato de trabajo, entre otros”.
“Dentro de nuestro ámbito de actuación de cara a los/as jóvenes –añade López Barceló- advertimos de que nos oponemos a ella con absoluta rotundidad por las claras dificultades que añade a un ya de por sí difícil acceso de la juventud al empleo. En un momento de crisis galopante, con una tasa de desempleo que ronda el 40% para los menores de 25 años, alargar la vida laboral de los trabajadores supone un perjuicio para la inserción laboral para el conjunto de desempleados, incluidos también especialmente los que buscan su primer trabajo o quienes sufren la dura precariedad laboral”.
Para la dirigente juvenil de IU, “a estos problemas latentes de precariedad y desempleo, a los que se suma la nula calidad de los trabajos a los que pueden tener acceso la inmensa mayoría de jóvenes, vamos a tener que añadir ahora a menos que logremos pararlo con nuestra protesta y nuestra movilización la dificultad que nos quieren añadir a los jóvenes para que tengamos la posibilidad de percibir una jubilación digna. Al aumento de años de trabajo se sumará con toda probabilidad un aumento del periodo de cotización a computar, lo que significa la sustancial rebaja de las pensiones futuras”.
“Desde el Área de Juventud apoyaremos las movilizaciones y protestas que vayan encaminadas a seguir denunciando estas políticas regresivas, más propias de los postulados neoliberales de la derecha que de un Gobierno que se sigue diciendo de izquierdas”, indica.
López Barceló advierte de que “la intención del Gobierno es seguir culpabilizando a los trabajadores de la crisis, reduciendo sus derechos para situarles en una situación de mayor indefensión en el mercado de trabajo, y todo ello mientras asegura la percepción de beneficios de la Banca y de las grandes empresas”.
“Para Izquierda Unida –señala- hay margen de maniobra sin que haya que llegar a este cambio radical de recorte de derechos. Entre nuestras propuestas están un cambio de la política fiscal para hacerla más progresiva, una lucha eficaz contra el fraude tanto fiscal como laboral, la conversión de contratos en prácticas en contratos con cotización o la persecución de la explotación laboral de los inmigrantes sin contrato de trabajo, entre otros”.
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