Diputados del PSOE se gastan desde 2007 más de 4.000 euros en almuerzos después de acudir a las sesiones.
En la Diputación de Córdoba las comidas, generosas en delicias gastronómicas y vinos de la tierra, deben de ser inherentes al desempeño del cargo. De ahí que cuando el presidente de la institución provincial, el socialista Francisco Pulido, dice aquello de «se levanta la sesión» para dar por concluido un Pleno, lo que sigue a sus palabras, a menudo, es un almuerzo de los diputados provinciales que forman parte de su equipo de gobierno por cortesía de la propia Diputación.
Al menos, hasta en quince ocasiones desde principios de 2007, miembros del gobierno provincial y asesores han tomado parte en comidas coincidiendo con el día que se celebraba el pleno, según el listado de facturas imputadas a los presupuestos de la Corporación provincial que maneja la Delegación de Hacienda y al que ha tenido acceso ABC.
Al cabo de casi cuatro años, hasta noviembre del 2010, el equipo de gobierno de la Diputación de Córdoba se gastó más de 4.000 euros compartiendo mesa y mantel en conocidos restaurantes de la capital cordobesa. El denominador común de tales convites, que no sufragaban los diputados de su propio bolsillo, es que se organizaron con posterioridad al Pleno. En ocasiones, así se hace constar, con desenvuelta normalidad, en la factura que luego presentaban ante Hacienda para que fuera abonada por la institución provincial, que se financia en gran parte con los impuestos que pagan los ciudadanos de la provincia.
Una quincena de comidas
Según se desprende del registro de operaciones contables, lo de irse a comer tras finalizar un pleno es una práctica habitual para el equipo que preside el concejal de Almedinilla. Hubo cinco almuerzos después de sesiones plenarias en 2007, otros tantos en 2008, cuatro en 2009 y uno —que se tenga constancia— el pasado año, coincidiendo con los renovados votos de austeridad de Pulido para frenar el rumboso tren de gastos. Aunque este gesto simbólico de ejemplaridad puede llamar a engaño, pues justo a partir de 2010 en la mayoría de los casos no se especificaba la fecha del ágape en la relación de pagos imputados a la partida de «gastos diversos de los órganos de gobierno», reservada a los gastos representativos (dietas, desplazamientos en taxi, hoteles, prensa y viajes) del gobierno provincial.
La promesa de racionalizar el gasto para atender las necesidades ciudadanas contrasta, por ejemplo, con los 675 euros que los diputados gastaron en Hostelería Manu S.L. el 18 de junio de 2008 en consumir viandas a cuenta del presupuesto después de acudir a un Pleno. El motivo, tal y como figura en la relación de asientos contables, es una «reunión de diputados posterior al Pleno».
La siguiente sesión ordinaria, celebrada un mes después, concluyó con otra reunión gastronómica en el Círculo Taurino, una taberna de la capital muy apreciada por su suculento rabo de toro. Esta vez, no participaron todos los miembros del gobierno, por lo que el cargo fue inferior, 160,40 euros, pero el pretexto no cambia: «servicios prestados en reunión de vicepresidente primero y otros diputados posterior al Pleno».
El 20 de febrero de ese año, se citaron en el restaurante El Pescaíto Frito, donde consumiendo todo tipo de frituras de pescado y mariscos pudieron comentar las mejores «jugadas» del Pleno. El almuerzo salió por 136,50 euros. En 2008 el gasto en comidas de este tipo ascendió a 1.720 euros.
Plenos como pretexto
Otro de los restaurantes habituales en la «ruta» de los diputados es el ubicado en el centro El Corte Inglés. El 28 de noviembre de 2007, la institución provincial desembolsó 346,40 euros por comidas realizadas por el equipo de gobierno.
Con ocasión de otro Pleno, presentaron otra factura de 230,60 euros el 21 de octubre de 2009. A la sesión de noviembre también siguió un almuerzo del presidente y sus diputados que costó a las arcas de la Diputación 497,42 euros, que de nuevo se justifica, con llamativo desahogo, como «servicio prestado» por «reunión posterior al Pleno».
En 2010, con los cinturones de los ciudadanos más prietos que nunca por la crisis, el gobierno socialista «aflojó» 289,90 euros en otro ágape del gobierno socialista.
Al menos, hasta en quince ocasiones desde principios de 2007, miembros del gobierno provincial y asesores han tomado parte en comidas coincidiendo con el día que se celebraba el pleno, según el listado de facturas imputadas a los presupuestos de la Corporación provincial que maneja la Delegación de Hacienda y al que ha tenido acceso ABC.
Al cabo de casi cuatro años, hasta noviembre del 2010, el equipo de gobierno de la Diputación de Córdoba se gastó más de 4.000 euros compartiendo mesa y mantel en conocidos restaurantes de la capital cordobesa. El denominador común de tales convites, que no sufragaban los diputados de su propio bolsillo, es que se organizaron con posterioridad al Pleno. En ocasiones, así se hace constar, con desenvuelta normalidad, en la factura que luego presentaban ante Hacienda para que fuera abonada por la institución provincial, que se financia en gran parte con los impuestos que pagan los ciudadanos de la provincia.
Una quincena de comidas
Según se desprende del registro de operaciones contables, lo de irse a comer tras finalizar un pleno es una práctica habitual para el equipo que preside el concejal de Almedinilla. Hubo cinco almuerzos después de sesiones plenarias en 2007, otros tantos en 2008, cuatro en 2009 y uno —que se tenga constancia— el pasado año, coincidiendo con los renovados votos de austeridad de Pulido para frenar el rumboso tren de gastos. Aunque este gesto simbólico de ejemplaridad puede llamar a engaño, pues justo a partir de 2010 en la mayoría de los casos no se especificaba la fecha del ágape en la relación de pagos imputados a la partida de «gastos diversos de los órganos de gobierno», reservada a los gastos representativos (dietas, desplazamientos en taxi, hoteles, prensa y viajes) del gobierno provincial.
La promesa de racionalizar el gasto para atender las necesidades ciudadanas contrasta, por ejemplo, con los 675 euros que los diputados gastaron en Hostelería Manu S.L. el 18 de junio de 2008 en consumir viandas a cuenta del presupuesto después de acudir a un Pleno. El motivo, tal y como figura en la relación de asientos contables, es una «reunión de diputados posterior al Pleno».
La siguiente sesión ordinaria, celebrada un mes después, concluyó con otra reunión gastronómica en el Círculo Taurino, una taberna de la capital muy apreciada por su suculento rabo de toro. Esta vez, no participaron todos los miembros del gobierno, por lo que el cargo fue inferior, 160,40 euros, pero el pretexto no cambia: «servicios prestados en reunión de vicepresidente primero y otros diputados posterior al Pleno».
El 20 de febrero de ese año, se citaron en el restaurante El Pescaíto Frito, donde consumiendo todo tipo de frituras de pescado y mariscos pudieron comentar las mejores «jugadas» del Pleno. El almuerzo salió por 136,50 euros. En 2008 el gasto en comidas de este tipo ascendió a 1.720 euros.
Plenos como pretexto
Otro de los restaurantes habituales en la «ruta» de los diputados es el ubicado en el centro El Corte Inglés. El 28 de noviembre de 2007, la institución provincial desembolsó 346,40 euros por comidas realizadas por el equipo de gobierno.
Con ocasión de otro Pleno, presentaron otra factura de 230,60 euros el 21 de octubre de 2009. A la sesión de noviembre también siguió un almuerzo del presidente y sus diputados que costó a las arcas de la Diputación 497,42 euros, que de nuevo se justifica, con llamativo desahogo, como «servicio prestado» por «reunión posterior al Pleno».
En 2010, con los cinturones de los ciudadanos más prietos que nunca por la crisis, el gobierno socialista «aflojó» 289,90 euros en otro ágape del gobierno socialista.
Fuente: ABC
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